Damas y caballeros, muy en contra de todos los pronósticos, me complace informarles que el Blog de Banderas ha cumplido su primer añito de vida.  El muchacho todavía no camina pero sí está empezando a gatear, y en el proceso, se pega contra las puntas de las mesas en la sala. Estamos tratando de enseñarle a ir al baño para que deje de usar pañales y esperamos que pronto diga sus primeras palabras.  Lo llevamos hoy donde el pediatra y dijo que todo está en orden y su salud va evolucionando bien…  El único comentario que nos hizo el doctor es que el niño sufre de diarrea mental crónica pero que eso es normal para la edad, así que no hay nada de qué preocuparse 🙂

Pero ahora sí en serio, ¿quién iba a creer que este blog que salió de un domingo de desocupe extremo fuera a durar un año?  Ni ustedes ni yo… de hecho tengo que confesarles que yo era el que menos fe le tenía.  Algo que surgió únicamente como un espacio para «coleccionar» fotos de banderas del mundo ondeando por ahí terminó siendo el lugar donde ustedes, los distinguidísimos lectores del Blog de Banderas, y yo interactuamos a diario y dejamos salir todas nuestras disfuncionalidades. Y es que este año ha estado repleto de historias, relatos de viajes, curiosidades internacionales, donaciones, fronteras, islas, dictadores, antípodas y, sobre todo, una altísima dosis de diarrea mental – que además creo que es lo que me ha permitido escribir semana a semana este blog sin aburrirme -.

Entonces, como hay que celebrar, vamos con un pequeño recuento de los primeros 365 días de vida del Blog de Banderas en los que les contaré algunas cosas que probablemente ustedes no sepan pero que me han marcado a mí como autor de este espacio durante el último año.  Claro, como estamos celebrando, antes de comenzar necesito que se pongan un gorrito de piñata en la cabeza, traigan un whisky, ron, vodka, aguardiente o cualquier otra bebida alcohólica de su predilección y le suban el volumen a la música hasta que sus vecinos empiecen a insultar a sus señoras progenitoras por el balcón o la ventana de su casa…  ¡Necesitamos un ambiente de celebración!  Señores, si no hay insulto del vecino, no sirve.  Empezamos:


¿Cuál fue la primera entrada del Blog de Banderas?

Resulta que cuando empecé con el Blog, mi idea nunca fue contar mis historias o hacer artículos ñoños sobre alguna curiosidad del planeta. El objetivo no era más que una colección de fotos de banderas tomadas por mí en mis múltiples viajes o que me enviaban los lectores del blog alrededor del mundo.  Y aquí tengo que reconocer créditos: yo quería hacer con mis banderas lo que el señor Enrique Muñiz había hecho con su Blog de Alcantarillas y Tapas – y que los invito a echarle una ojeada porque es bastante interesante -. Era simplemente una colección.  Entonces, como yo acababa de llegar de un viaje por las inmensidades del Sahara Occidental, la primera entrada del Blog no fue más que una foto de la bandera de la República Árabe Saharaui Democrática justo en la frontera entre el Sahara Occidental y Argelia entre las poblaciones de Tindouf y Tifariti… Un lugar literalmente en la mitad de la nada donde, para llegar, es necesario recorrer unas 4 horas en un todoterreno a 120 kilómetros por hora a través de una carretera inexistente en medio del desierto del Sahara.  No se imaginan el dolor de cabeza que tenía en el momento de tomar esa foto después de horas brincando en ese carro…  Yo amé el viaje pero mis riñones no tanto.  En cualquier caso, si quieren leer el relato que hice después sobre mi viaje al Sahara, lo pueden ver aquí: Banderas de la Ocupación: Un viaje a los Territorios Liberados del Sahara Occidental.  Por ahora los dejo con la imagen que apareció en la primera entrada del Blog de Banderas:

Bandera de la República Árabe Saharaui Democrática en la frontera entre Argelia y los territorios liberados del Sahara Occidental

 

Luego de la interminable colección de fotos de banderas, ¿cuál fue la primera entrada con texto del Blog de Banderas?

Y aquí también les tengo otra historia. Todo era normal y yo llevaba una vida común y corriente que transcurría en medio de todas esas cosas que nos atormentan a nosotros los asalariados en nuestras vidas laborales – osea órdenes del jefe, artículos que escribir, cuentas que pagar, sueldos que no alcanzan… todas esas cosas -.  De pronto, un día cualquiera, un amigo – al que de ahora en adelante conoceremos como «la zángana» – decidió que era un buen plan saludarme apretándome la mano de tal forma que me fracturó el cuarto metatarso de la mano derecha – es decir, un huesito de esos que hay en la mano de cualquier ser humano y que uno no se da cuenta de lo importante que es hasta que llega un cabrón y te lo parte -. La conclusión del asunto: me tuvieron que operar, poner implante de hueso y me dieron una incapacidad de 1 mes en mi casa. ¡Me iba a enloquecer! Sobre todo porque si era difícil ponerme desodorante o abotonarme el pantalón con la mano derecha enyesada, imagínense lo difícil que sería escribir en el computador – que sería mi única fuente de distracción durante un mes – para un persona que sabe mecanografía como yo.  El computador era un infierno.

Sin embargo, como las opciones eran 1. Usar el computador con una mano ó 2. Enloquecerme, opté porque la opción 1 era la más sostenible en el corto plazo. Y justo ahí, en medio de mi aburrimiento extremo, decidí que era hora de darle un giro al Blog de Banderas.  Me puse a pensar sobre qué escribir y lo primero que se me ocurrió terminó siendo la primera entrada con texto de este espacio…  primera entrada que es además una de las más visitadas en la historia del blog: Las Banderas más viejas del mundo.  Claro, esta primera entrada trajo «muchos» lectores ese primer día – recuerdo que fueron 26 – y yo era un niño feliz porque me estaban leyendo al otro lado del Atlántico – sí, yo me emociono con esas cosas -. Luego empezaron a llegar más y más visitantes y la entrada de las banderas más viejas del mundo se convirtió en el lugar donde llegaban siempre 2 tipos de personas diferentes:

  1. Niños de colegio a los que les habían puesto una tarea que generalmente los llevaba a escribir en google algo así como: «vanderas mas biejas del mundo» o «que pais tubo la vandera mas antigüa de la istoria». Tengo que confesar que cada vez que leo algo así, me tratan de dar 3 embolias…  pero no juzguemos, esperemos que al final de su proceso educativo, estos niños que serán el futuro de nuestros países sepan que historia tiene h al principio o que bandera se escribe con b y no con v. Esperemos.
  2. Catalanes que llegaban a decirme que yo me había equivocado y que la bandera más antigua del mundo era la de Cataluña.  Y aquí dos cosas.  La primera, según mis archivos, la bandera de Cataluña data del siglo XVI, es decir, posterior a la bandera danesa que es, en efecto, la más antigua del mundo – y si me equivoco, por favor corríjanme -. La segunda, un error mío – *repite «mea culpa» y se da golpes de pecho* -: yo nunca dije que iba a hablar de las banderas NACIONALES más antiguas del mundo y que no iba a tener en cuenta entidades subnacionales.  Claro, ahí sí me merezco la corrección.

¿Cuáles fueron mis primeros relatos de viajes?

Y ahora que me pongo a revisar el blog, me doy cuenta que yo era un gran fraude – sigo siéndolo pero ya no tanto – al principio.  Mi primer relato de viaje ya se los puse arriba y fue Banderas de la Ocupación: Un viaje a los Territorios Liberados del Sahara Occidental.  Luego vinieron entradas sobre Mascate en Omán, Maputo en Mozambique o la Reserva Maasai Mara en Kenya.  En todas hay unas fotos que a mí me gustan mucho pero en ninguna realmente hablé del destino y de mis impresiones en el lugar como sí lo he hecho con algunas de las últimas entradas de este Blog. Discúlpenme, soy un principiante.  En todo caso, por si les interesa echarle un vistazo a mis primeros intentos en el mundo de los relatos de viaje, les dejo estas entradas a continuación:


¿Cuáles son mis entradas favoritas?

Para ser honesto, hay unas entradas que me han producido un tedio infinito escribir.  Ni sé por qué las hice porque no las disfruté lo más mínimo.  Sin embargo, hubo otras que me hicieron absolutamente feliz con cada letra que escribía. Si ustedes me preguntaran cuáles son mis entradas favoritas, tendría que contestarles lo siguiente – y se las pongo a manera de Top 5 para no perder la costumbre del blog -:

5.10 de las islas más particulares del mundo: Yo no sé si ustedes se han dado cuenta pero yo tengo una fijación particular por las islas. Creo que me enloquecería viviendo en una de ellas pero me parecen el mejor lugar para que un ñoño como yo pueda sacar todas sus disfuncionalidades a flote. Esta entrada la disfruté DEMASIADO porque me permitió durar días y días leyendo datos inútiles sobre islas pero que me hicieron infinitamente feliz.  Sí, así soy yo, demente.

4. Algunos consejos para visitar Nueva Delhi y NO morir en el intento: Ésta creo que fue mi primera crónica real de uno de mis viajes.  Nueva Delhi para mí fue maravillosa pero mis días allá fueron un completo tormento. En la entrada les dejo algunos de mis pensamientos sobre esta ciudad INCREÍBLE a la que no quiero volver nunca jamás 🙂

3. Genocidios Olvidados: Alemania y el exterminio de las poblaciones Herero y Nama en Namibia: Mi viaje a Namibia fue extremadamente satisfactorio porque vi uno de los países más hermosos que haya visto en mi vida. Sin embargo, al mismo tiempo fue una patada a mi condición de ser humano. Las atrocidades que se cometieron en esa esquina de África por parte de los alemanes han sido completamente olvidadas, escondidas y negadas durante décadas.  Pasar por el lugar donde se construyó el primer campo de exterminio del mundo y que no haya ni siquiera una placa conmemorativa es simplemente indignante.  Esta entrada la escribí para recuperar algo de información sobre un genocidio inimaginable que existió pero del que nadie, absolutamente nadie habla.  Esta entrada fue mi forma de agradecer a Namibia por los inmejorables momentos que me hizo pasar durante mi viaje.  Léanla, creo que es importante.

2. Carta abierta al emigrante colombiano malaleche: A mí ocasionalmente me gusta sacar todo el veneno que llevo adentro y esta entrada fue la mejor forma de hacerlo. Me sirvió de catarsis y logré decir algunas cosas que les tenía guardadas a mis compatriotas desde hace mucho. A veces es bueno darle una cachetada con guante blanco a la gente, ¿o no?

1. Isla de Gough: Un viaje a la inaccesibilidad:  No me pregunten por qué pero es mi entrada favorita en todo el blog. Ella y yo nos amamos desde que fue concebida  😛  No quisiera morir sin visitar ese lugar…  ¿se imaginan poder poner un alfiler en la Isla de Gough en el mapa que tengo en la sala de mi casa? Sería el equivalente a un orgasmo geográfico, ¿no creen?


¿Cuáles fueron las entradas más leídas y las más comentadas?

El Blog de Banderas es algo impredecible.  Las entradas que a mí más me gustan NO son las que más leen y algunas de las que a mí no me gustaron mucho están llenas y llenas de lectores.  Eso, damas y caballeros, comprueba que el único disfuncional por estos lares no soy yo. De cualquier forma, les dejo a continuación un listado de las 5 entradas más leídas y las 5 entradas más comentadas en este año de vida del Blog de Banderas:

Las más leídas:

5. Curiosidades del Meridiano 180° y la Línea Internacional del Cambio de Fecha
4. Mi primera noche en un país más pequeño… Colombia y su pérdida de aguas en el Caribe
3. Aerolíneas y logos, una mirada a las banderas en el cielo
2. ¿De dónde provienen los nombres de los países? (De la E a la G)
1. ¿De dónde provienen los nombres de los países? (De la A a la B)

Las más comentadas:

5. Algunos consejos para viajar por el mundo al menor precio posible
4. Mirando por la ventana antes de aterrizar…
3. Antípodas, una mirada al otro lado del planeta
2. 9 razones que hacen de Curaçao una isla NO tan paradisíaca
1. Mi primera noche en un país más pequeño… Colombia y su pérdida de aguas en el Caribe


¿Alguna mención especial?

Y sí. Varias menciones especiales. Empiezo por las 2 personas que me han enviado entradas y que han sido publicadas en el Blog de Banderas…  Muchachos, ¡Muchas gracias!

Coke González:

El señor Coke tiene un programa deportivo en Chile y lo conocen todos y cada uno de los chilenos.  Yo no he ido a Chile – muy a pesar de que Coke se ofreció a darme el tour por Santiago – pero ese señor es más famoso que el mismísimo Piñera, ¿cierto lectores chilenos?  En todo caso, aparte del fútbol y el hockey patín que son sus grandes aficiones en la vida, Coke es un gran ñoño como yo y sacó tiempo de su apretadísima agenda para enviarme las 2 entradas que les dejo a continuación.  Léanlas, hagan caso.  Les aseguro que aprenderán tanto como yo y le harán una venia al final de cada texto.

@jmaquino:

Y aquí no usamos nombre sino pseudónimo porque creo que la interpol lo está persiguiendo… pero ese es otro tema.  Por ahora lo único que sabemos de esa persona que responde al nombre de @jmaquino en tuíter es que vive en Cali y que es la versión colombiana del mismísimo Sheldon Cooper.  Conclusión: no es a mí a quien tienen que pedirle la versión en video de Fun with Flags sino a él.  Tendremos que pedirle una versión criolla de Amy para que lo acompañe en sus videos 😛  Por ahora, los dejo con sus dos entradas:

Y por último, una mención especial para el más grande de los grandes, el señor Diego González, autor del Blog de Fronteras. Si no lo conocen, los invito a que lean y se vuelvan adictos a su blog que contiene muchas más disfuncionalidades geográficas que el mío.  El Blog de Fronteras – *se quita el sombrero y hace una venia* – es el papá del Blog de Banderas…  pero claro, el mío es el hijo bastardo que nadie quiere reconocer como suyo. Diego no sólo ha sido una inspiración para mi blog sino que también me ha hecho reír como nadie con sus ocurrencias.  En mi concepto, su trabajo es toda una joya.  Léanlo.


2 historias adicionales:

Y ésta ha sido probablemente la parte más divertida de este año con el Blog. Me han llegado un sinnúmero de correos y comentarios en los cuales los lectores me cuentan qué han hecho con las entradas y para qué les han servido.  A continuación les dejo 2 historias que me causaron curiosidad:

  • @jmaquino intentó usar el blog para conseguir féminas desprevenidas pero me cuentan las malas lenguas que no sólo sigue solo sino que además se volvió amargado en el proceso. No lo culpen, las personas sin sexo son amargadas. De cualquier forma, @jmaquino debería hablar con José que se levantó a una chica llamada Ainhoa gracias al blog de banderas y pudo tener una larga conversación sobre Albania gracias a mi última entrada.  Si no me creen, lean el último comentario de la entrada sobre Tirana 😛  Lo que sí tengo que decir yo es que si mi blog sirve como herramienta para una posterior copulación, he logrado mi objetivo en la vida. Ya dije. 
  • Me enteré también que un grupo de estudiantes de una universidad de Ecuador habían hecho un trabajo copiando y pegando el contenido del Blog de Banderas.  El resultado, claro, fue que el profesor se dio cuenta y los envió a todos a consejo directivo por plagio.  Señores, ¿han oído hablar de un verbo maravilloso que se llama «citar»? Úsenlo, se ahorrarán más de un problema en sus universidades.  El Blog de Banderas no se hace responsable por expulsiones o sanciones generadas por el mal uso de sus contenidos 😛

¿Qué viene ahora?

Como diríamos en Colombia, «no tengo ni la más p*ta idea».  Si el primer año tuvo de todo, es posible que el segundo tenga un poquito más de eso y alguna que otra cosita nueva por ahí. Por ahora les puedo anticipar que este año vendrán muchas entradas sobre Sudáfrica y Tanzania – mis destinos de junio – y sobre Belarús, Armenia, Georgia, Uzbekistán y Turkmenistán – mis destinos de diciembre -. Además, les debo la entrada sobre Mascate que les tengo prometida desde hace rato y un par de entradas más sobre esas curiosidades del mundo que tanto nos gustan por estas tierras.

En cualquier caso, espero que este nuevo año del Blog de Banderas traiga no sólo unos lectores maravillosos como ustedes – tenía que echarles flores antes de terminar, ¿no? – sino que muchos de ustedes se animen a escribir… no saben cuánto me alegra recibir entradas de ustedes.

Para terminar, me gustaría que me dejaran sus impresiones sobre el Blog al final y que además me dieran sus recomendaciones o sugerencias para temas futuros. Como el Blog y yo somos de ustedes y para ustedes, seré un niño obediente y las leeré con atención.  Muchas gracias de nuevo por su presencia durante este año y, como siempre, ¡Adiós pues!