Ya de regreso en Bogotá después de un mes recorriendo África, creo que es hora de retomar el blog como es debido. La entrada de hoy se la voy a dedicar a un tema del que había leído algunas cosas a lo largo de mis años de interés en la historia africana pero del que no se encuentra mucha información… de hecho, en Namibia no encontré NADA, ni un libro siquiera. Bueno, había uno pero estaba en Afrikáans y hasta allá no llego yo. Luego de investigar un poco más, me di cuenta de que las evidencias fueron eliminadas, las historias reinventadas y la memoria completamente borrada. Es como si no se quisiera hablar al respecto, como si hubiera un esfuerzo colectivo y generalizado para ignorar el pasado y, en consecuencia, desconocer lo que ocurrió. Como yo creo que una de las cosas más importantes que debe tener una nación es su memoria histórica, hoy haré un esfuerzo por conseguir la información necesaria para hablarles de un tema que, en mi humilde concepto, es aterrador: el genocidio de las poblaciones Herero y Nama en la antigua África Sudoccidental alemana – hoy Namibia – a principios del Siglo XX. 

Homenaje al genocidio de los Herero y los Nama en el Museo del Genocidio Rwandés en Kigali, Rwanda
Homenaje al genocidio de los Herero y los Nama en el Museo del Genocidio Rwandés en Kigali, Rwanda

Y es que la humanidad últimamente se ha dedicado a recordar genocidios. Ni hablar del holocausto… no hay colegio del mundo donde no se enseñe la Alemania de Hitler y sus consecuencias para el mundo entero. El genocidio armenio cada vez es más visible y el rwandés, que es bastante más contemporáneo, ha llegado a las masas con películas como Hotel Rwanda y Sometimes in April… en fin. Sin embargo, el genocidio de los Herero y los Nama, importantísimo en el devenir de la historia del Siglo XX, es completamente desconocido. Ahora, ¿por qué digo que es importantísimo? Les cuento más adelante, pero primero, algunos datos para ubicarnos:

Los Herero y los Nama eran originalmente las comunidades dedicadas al pastoreo que habitaban la región conocida como Damaralandia en la antigua África del Sudoeste. En 1883, justo antes de la Conferencia de Berlín que crearía las zonas de influencia de los países europeos en África, Franz Adolf Eduard Lüderitz compró gran parte de la tierra a los Nama y en 1884, el lugar se declaró como protectorado alemán muy a pesar de que el gobierno en Berlín conocía que la transacción se había hecho mediante métodos fraudulentos. En aquella época, África del Sudoeste era el único territorio en manos de Alemania propicio para la instalación de asentamientos blancos.

Antigua África del Sudoeste con los territorios habitados por cada comunidad (Fuente)

Si bien hubo varios acuerdos de amistad y protección entre Kamaherero, líder de los Hereros, y la administración colonial, en un lapso de menos de 10 años, el ejército alemán inició una campaña de violación a mujeres y niñas Herero, robo de tierras y ganado, y desplazamiento y esclavización de las poblaciones tradicionales, obviamente generando un gran resentimiento entre los Herero y los alemanes. El objetivo era fácil de predecir: un territorio habitado principalmente por los blancos que llegaban desde Europa para que posteriormente se convirtiera en la «Alemania africana».

Las revueltas de Namas y Hereros empezarían en 1903 y estarían destinadas a reclamar sus derechos sobre las tierras que les habían sido expropiadas. Para esa época, solamente  los Herero ya habían perdido más de 130.000 kilómetros cuadrados que ahora estaban en manos alemanas. Además, en el territorio se había iniciado una campaña para ubicar a los europeos racialmente por encima de los nativos africanos… a tal punto que el testimonio de un alemán equivalía al de 7 africanos. Las tensiones se incrementaban y con el aumento de la población alemana en el territorio, más y más colonos estaban de acuerdo no sólo en la esclavización sino también en la exterminación de los nativos.

A medida que las revueltas se generalizaban y los alemanes cortaban los suministros de agua y alimentos a los Herero y los Nama, la administración colonial solicitó a Berlín refuerzos para contener los ataques. Así, el 3 de mayo de 1904 llegaría a África del Sudoeste el Teniente General Lothar von Trotha – ahora Comandante Supremo del territorio – con 14.000 soldados que estarían dedicados a garantizar el dominio alemán sobre África del Sudoeste. Y Trotha sería determinante en el futuro del territorio. Su único objetivo era exterminar a las poblaciones nativas a como diera lugar. Varias frases pronunciadas por él mismo demuestran cuáles eran sus verdaderas intenciones:

«My intimate knowledge of many central African tribes (Bantu and others) has everywhere convinced me of the necessity that the Negro does not respect treaties but only brute force»

«I know enough of African tribes that they give way only to violence. To exercise this violence with crass terrorism and even with gruesomeness was and is my policy. I destroy the rebellious tribes with streams of blood and money. Only from this seed something new will emerge, which will remain.»

Imagen en el Museo del Genocidio en Kigali, Rwanda, que muestra una de las frases más famosas del General von Trotha durante el genocidio en África del Sudoeste.
Imagen en el Museo del Genocidio en Kigali, Rwanda, que muestra una de las frases más famosas del General von Trotha durante el genocidio en África del Sudoeste.

Y después continuaría con la siguiente joya:

«I believe that the nation as such should be annihilated, or, if this was not possible by tactical measures, have to be expelled from the country…This will be possible if the water-holes from Grootfontein to Gobabis are occupied. The constant movement of our troops will enable us to find the small groups of nation who have moved backwards and destroy them gradually.»

Luego vendría la batalla más importante entre ocupantes y ocupados el 11 de agosto de 1904. En un lugar conocido como Waterberg, los herero se habían concentrado para esperar a la delegación alemana que, en teoría, negociaría con ellos la paz. Sin embargo, las intenciones de von Trotha eran otras. La reunión de Waterberg se convertiría en la Batalla de Waterberg en la que cerca de 2.000 alemanes fuertemente armados propinaron la mayor derrota en la historia de Namibia a un grupo de aproximadamente 6.000 Herero. Después de la batalla, Jan Cloete, un guía alemán presente en Waterberg afirmó:

«I was present when the Herero were defeated in a battle in the vicinity of Waterberg. After the battle all men, women, and children who fell into German hands, wounded or otherwise, were mercilessly put to death. Then the Germans set off in pursuit of the rest, and all those found by the wayside and in the sandveld were shot down and bayoneted to death. The mass of the Herero men were unarmed and thus unable to offer resistance. They were just trying to get away with their cattle.»

Sin embargo, una parte de los Herero escapó de los alemanes y huyó hacia lo que se conocía como el Desierto de Omaheke – es decir, el interior árido y desértico de Namibia – esperando llegar al territorio británico de Bechuanalandia – hoy Botswana -. La respuesta de von Trotha fue ordenar el aislamiento militar del desierto para impedir el regreso de los Herero y garantizar que murieran durante su travesía sin agua ni alimentos. Efectivamente, el ejército alemán posteriormente encontraría esqueletos de Hereros en hoyos de 13 metros de profundidad que habían muerto tratando de encontrar agua subterránea en el desierto. El jefe Maherero llegaría finalmente a Bechuanalandia con aproximadamente 1.000 de sus hombres.

Más allá, el 2 de octubre el General von Trotha emitió  una comunicación en la que oficializa las políticas de genocidio en la colonia:

«I, the great general of the German soldiers, send this letter to the Hereros. The Hereros are German subjects no longer. They have killed, stolen, cut off the ears and other parts of the body of wounded soldiers, and now are too cowardly to want to fight any longer. I announce to the people that whoever hands me one of the chiefs shall receive 1,000 marks, and 5,000 marks for Samuel Maherero. The Herero nation must now leave the country. If it refuses, I shall compel it to do so with the ‘long tube’ (cannon). Any Herero found inside the German frontier, with or without a gun or cattle, will be executed. I shall spare neither women nor children. I shall give the order to drive them away and fire on them. Such are my words to the Herero people.

This proclamation is to read to the troops at roll-call, with the addition that the unit that catches a captain will also receive the appropriate reward, and that the shooting at women and children is to be understood as shooting above their heads, so as to force them to run [away]. I assume absolutely that this proclamation will result in taking no more male prisoners, but will not degenerate into atrocities against women and children. The latter will run away if one shoots at them a couple of times. The troops will remain conscious of the good reputation of the German soldier».

Y claro, el apoyo desde Alemania era evidente. Al tiempo que se implementaba el genocidio en África del Sudoeste, el diario Der Kampf en Berlín publicaba el siguiente escrito:

«This bold enterprise shows up in the most brilliant light the ruthless energy of the German command in pursuing their beaten enemy. No pains, no sacrifices were spared in eliminating the last remnants of enemy resistance. Like a wounded beast the enemy was tracked down from one water-hole to the next, until finally he became the victim of his own environment. The arid Omaheke [desert] was to complete what the German army had begun: the extermination of the Herero nation».

Los resultados del genocidio alemán en lo que hoy es Namibia fueron contundentes. La siguiente imagen la tomé en el Museo del Genocidio Rwandés en Kigali pero hace referencia al tema del que estamos hablando hoy. Mírenla y juzguen ustedes qué tan eficiente fue la campaña de exterminio masivo de Hereros y Namas a principios del Siglo XX:

65.000 Herero fueron asesinados - 80% de la población / 10.000 Nama fueron asesinados - 50% de la población
65.000 Herero fueron asesinados – 80% de la población / 10.000 Nama fueron asesinados – 50% de la población

Pero la cosa no termina aquí. Resulta que las persecuciones y asesinatos de Hereros y Namas por todo el territorio no fueron los únicos métodos utilizados por los alemanes en África del Sudoeste. Faltaría un elemento fundamental de la política alemana: Los campos de concentración y de exterminio. Y es por esto precisamente que antes les mencioné la importancia de este genocidio en la historia de la humanidad. Fue en África del Sudoeste, hoy Namibia, donde los alemanes iniciaron la utilización de esta estrategia. Si bien antes habían existido otros campos de concentración en Cuba y Sudáfrica, fue en Namibia donde se modificó el objetivo inicial que era únicamente separar a las poblaciones y se empezaron a utilizar para asesinarla. Es decir, surgen, por primera vez en la historia los Campos de Exterminio.

Y aquí tengo que hacer una anotación personal. Resulta que yo estaba caminando por el centro de Windhoek – la capital de Namibia – hace un par de semanas y entré a un edificio donde hoy funciona el Museo Nacional de Namibia. Luego de hablar con un gran amigo que fue embajador de Venezuela en Namibia durante años, me contó que justo en ese lugar, que además fue el primer edificio construido por los alemanes en la ciudad, fue donde se construyó el primer campo de exterminio para Namas y Hereros. Chocante en realidad, básicamente porque no hay referencia alguna en ningún lado del museo. Es más, el edificio podría pasar como cualquier otra edificación antigua en la cálida y apacible Windhoek.  Eso sí, todo está en alemán y en la entrada hay una estatua del Gran e Ilustrísimo General von Trotha, miren:

General von Trotha en las afueras del Museo Nacional de Namibia, justo el lugar donde se creó el primer campo de exterminio alemán en África del Sudoeste.
General von Trotha en las afueras del Museo Nacional de Namibia, justo el lugar donde se creó el primer campo de exterminio alemán en África del Sudoeste.
Panorámica del Museo Nacional de Namibia, justo detrás estaba el campo de exterminio alemán.
Panorámica del Museo Nacional de Namibia, justo detrás estaba el campo de exterminio alemán.
Algo así como: A nuestros compañeros muertos en las guerras de 1914 y 1915 para proteger el imperio. Establecido en 1964. Altos camaradas de África del Sudoeste.
Algo así como: A nuestros compañeros muertos en las guerras de 1914 y 1915 para proteger el imperio. Establecido en 1964. Altos camaradas de África del Sudoeste.
"El "Alte Feste" (o la fortaleza) fue construida en 1890 por las tropas alemanas bajo el mando del capitán C. Von Francois como un fuerte para preservar la paz y el orden entre los Namas y Hereros".
«El «Alte Feste» (o la fortaleza) fue construida en 1890 por las tropas alemanas bajo el mando del capitán C. Von Francois como un fuerte para preservar la paz y el orden entre los Namas y Hereros».

Aún más allá, fue increíble enterarme después que el campo de exterminio en Swakopmund, la tercera ciudad de Namibia, quedaba justo donde hoy hay un KFC donde estuvimos almorzando con mis amigos.  Así se ve el lugar hoy:

Namibia (10)
Centro de Swakopmund donde solía estar el campo de exterminio alemán.
Namibia (11)
Centro de Swakopmund donde solía estar el campo de exterminio alemán.

Sin embargo, según mis investigaciones, los campos de exterminio en Windhoek y Swakopmund parecían un club mediterranée al compararlos con el lugar conocido como Shark Island en la ciudad costera de Lüderitz.  En 1906, este campo de exterminio presentaba tasas de mortalidad anuales del 227% para los Nama y del 86% para los Herero (en el de Windhoek «sólo» se llegaba al 61%). Según el comandante alemán Von Estorff, aproximadamente 1.700 prisioneros habían muerto hasta abril de 1907, 1.203 de ellos eran Nama. Se estima que eran asesinados entre 12 y 18 personas al día y que más del 80% de los prisioneros que llegaban a Shark Island no lograron salir con vida del campo de exterminio.

Pero para complicar aún más las cosas, a los alemanes ya se les había metido en la cabeza su superioridad genética con respecto a otras razas.  Utilizando cabezas de las víctimas asesinadas en Shark Island, científicos en las principales universidades alemanas empezaron a realizar experimentos destinados a probar que los africanos eran una raza inferior… y justamente fueron estos experimentos los que llevarían a las pruebas genéticas realizadas en Auschwitz a niños judíos durante el holocausto. Todo seguía un mismo patrón, iniciamos y perfeccionamos las prácticas en África del Sudoeste y luego las aplicamos contra los judíos. El genocidio de los Herero y los Nama no era más que una antesala, un abrebocas, una inspiración, un campo de práctica para lo que posteriormente se convertiría en una de las peores tragedias de la humanidad: el holocausto.

Los restos del antiguo líder Herero conocido como Samuel Maherero, que habían sido llevados a Alemania para investigaciones genéticas junto con los cadáveres de otras 40 personas fueron solicitados en 2008 por el embajador de Namibia en Berlín. Luego de 3 años de diplomacia activa, las universidades alemanas finalmente devolvieron los restos que hoy se encuentran sepultados en los Acres de los Héroes en Windhoek donde el gobierno namibiano les dio sepultura de Estado.

Acres de los Héroes - Windhoek, Namibia
Acres de los Héroes – Windhoek, Namibia
Namibia (9)
Acres de los Héroes – Windhoek, Namibia
Namibia (8)
«Glory to the fallen heroes and heroines of the motherland Namibia!». Samuel Nujoma, primer presidente del país.
Namibia (1)
Tumba de Samuel Maherero en los Acres de los Héroes en Windhoek, Namibia

Para terminar, hay un video que realizó la BBC sobre el genocidio de los Herero y los Nama que me pareció bastante interesante.  Se los dejo por si les interesa:

Y hasta aquí llegamos por hoy. Nos vemos en una próxima oportunidad. ¡Adiós pues!